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Jean Sseninde

Futbolista

CAMBIOS


¡El fútbol femenino ha recorrido un largo camino!
En este momento, cuando hablas de los deportes que han tenido un crecimiento más rápido en todo el mundo no puedes obviar el fútbol femenino. Muchas jóvenes tienen la esperanza de convertirse en jugadoras profesionales debido a la inversión que varias asociaciones están haciendo en el deporte femenino. Ha habido muchos cambios.

En Europa y otros continentes, se han realizado esfuerzos deliberados para intentar involucrar a los medios de comunicación, a los aficionados y a otras partes interesadas. Se han desplegado varios expertos en misiones para el fútbol femenino y el juego ha atraído patrocinadores que se han subido a bordo. Habiendo vivido en un país tan hermoso como Inglaterra, lo he visto crecer progresivamente con mucha admiración.
La Copa del Mundo Femenina de Francia 2019 reunió a mucha gente. No se trataba solo de ganar trofeos, sino que supuso una gran plataforma para cambiar la mentalidad y la promoción. Tomando el ejemplo de Megan Rapinoe, ella fue la mejor jugadora del Mundial tanto en el campo como también fuera de él. La futbolista estadounidense siempre ha usado su voz para abogar por la inclusión de grupos minoritarios de personas en el fútbol.
Creo que el deporte femenino está creciendo tan rápido que todos los involucrados en él ahora deberían estar dispuestos a igualar su ritmo de crecimiento, estar altamente cualificados, ser apasionados y educarse continuamente. Están sucediendo muchas cosas que antes no eran tan normales en el fútbol femenino.
A finales de noviembre del año 2020, los entrenadores del equipo femenino del Tottenham Hotspur, Karen Hills y Juan Amorós, dejaron el club. Un día antes, el técnico Matt Beard había anunciado su salida de la sección femenina del West Ham United. Ambas escuadras han estado luchando por sumar puntos en la FA Women’s Super League. Esto demuestra que el estándar y la demanda de resultados en nuestro juego es extremadamente alto. Se espera que las jugadoras, entrenadoras, mánager generales y todas las personas involucradas en los clubes de fútbol femenino produzcan resultados de primera calidad y den más.
El compromiso de millones de partes interesadas en todo el mundo para que el fútbol femenino crezca es increíble. Los medios de comunicación especializados cada vez son más y los patrocinios están llegando. Ahora existe una serie de oportunidades impresionante para que las niñas y las mujeres se involucren en el juego: es un momento emocionante para formar parte del fútbol femenino.
Me mudé a Inglaterra cuando tenía solo 17 años y las cosas eran muy diferentes por entonces. Estaba llena de sueños y ambiciones. Subí a mi primer vuelo y recuerdo que me salieron lágrimas de los ojos cuando le dije adiós a mi madre en el aeropuerto por última vez.
No sabía cómo de grande sería el cambio que iba a experimentar mi vida. Desde descubrir mi camino por el aeropuerto mientras aprendía a seguir las señales de dirección por primera vez hasta mis viajes en el tren. Vivir en Inglaterra con solo 17 años, con mi familia en casa a miles de kilómetros —además de las costosas llamadas telefónicas internacionales—, no fue nada fácil. Entonces no tenía ni siquiera mi propia computadora, así que no tenía wifi constante ni datos para llamar a mi familia, por lo que tenía que visitar un cibercafé.
Vivía en un bonito barrio de Londres y estaba descubriendo el comienzo de mi nuevo capítulo como futbolista después de asistir a las pruebas para el equipo femenino del Charlton Athletic. Era un momento excitante. Jugar al fútbol en Europa por primera vez es el sueño de cuaquier futbolista africano. A pesar de los desafíos a los que tuve que enfrentarme, yo persistí porque porque quería que todas las niñas de Uganda, donde nací, creyeran que hay esperanza de jugar al fútbol fuera del país. Ahora sí que existe la esperanza de que las jóvenes puedan convertirse en futbolistas profesionales a tiempo completo.
En el año 2020, nuestra existencia cambió a nivel mundial con la pandemia del COVID-19, la cual interrumpió casi todas las actividades y afectó a todas las personas. Estamos aprendiendo a llevar una nueva realidad. Y admito que odio que el mundo haya tenido que cambiar drásticamente a la fuerza por culpa de un virus, pero así es la vida. Solo nos queda adaptarnos y seguir adelante. Finalmente, he aceptado que tenemos que vivir en una nueva normalidad.
¡El deporte femenino se ha resentido enormemente! Afortunadamente, muchas organizaciones se han unido para rescatarlo, incluida la FIFA y otros tantos organismos, equipos e individuos, ya sea a través de subvenciones u organizando seminarios web para encontrar una solución y educar a las partes interesadas. ¡También quiero agradecer sinceramente a todos los que continúan abogando por nuestro hermoso deporte para que siga brillando!
En cuanto al COVID-19, ¡lo derrotaremos! La Fundación Sseninde, en la que soy consejera delegada, realizó su primer seminario web de 2020 abordando cómo podemos adaptarnos a aquellos retos provocados por la pandemia y avanzar positivamente. El panelista debe compartir muchas ideas visionarias. Tenemos que ver el fútbol femenino como un deporte de élite que merece la misma financiación, atención y apoyo para recuperarse de los efectos que ha causado esta crisis y poder continuar. Hay que superar las dificultades que ha provocado el COVID-19 para seguir avanzando.
Me tomó mucho tiempo descubrir en qué soy buena o cuál era el deporte que más amaba, pero ahora creo que he dado en el clavo. El fútbol es mi deporte favorito. Estoy obsesionada en la medida en que rara vez me pierdo un solo partido. Actualmente, soy entrenadora con una Licencia B de la UEFA gracias a la Federación Inglesa, que se ha asegurado de incluir a todos en los programas educativos. Quiero seguir analizando el juego y aprendiendo más sobre sus tecnicismos.
Aventurarme en el lado de la administración también ha sido asombroso y es mi parte favorita. Me gusta escribir estrategias, redactar planes de implementación, resolver asuntos complicados, solucionar problemas, enseñar a otros sobre los temas que conozco y asumir responsabilidades. Para concluir, sigo pidiendo que continuemos educándonos y que seamos intensivos en nuestros esfuerzos para que el fútbol femenino llegue a la cima a nivel mundial, que presione para permanecer en ella y que siga mejorando.