Daniel Pérez
Economista. Agente RFEF 534
FÚTBOL POR
EL DESARROLLO
E
l fútbol es el deporte que más seguidores tiene del mundo. Se estima que más de 4 000 millones de personas son amantes de este magnífico deporte, es decir, más de la población total. Es por ello por lo que el fútbol tiene una grandísima responsabilidad y, a la vez, una enorme capacidad de influencia, lo que supone una oportunidad muy valiosa para construir un mundo mejor.
El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad universal como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Cada uno de ellos tiene una serie de metas específicas que deben alcanzarse en los próximos quince años. Para conseguir dichos objetivos, todos tienen que hacer su parte: los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y personas como uno mismo. El mundo del fútbol en su conjunto, desde jugadores, técnicos, propietarios de equipos, agentes, etcétera, deben estar a la altura y estar alineados con estos propósitos por lo que ello significa para nuestra sociedad. Los retos marcados por Naciones Unidas son los siguientes:
1: Fin de la pobreza
2: Hambre cero
3: Salud y bienestar
4: Educación de calidad
5: Igualdad de género
6: Agua limpia y saneamiento
7: Energía asequible y no contaminante
8: Trabajo decente y crecimiento económico
9: Industria, innovación e infraestructura
10: Reducción de las desigualdades
11: Ciudades y comunidades sostenibles
12: Producción y consumos responsables
13: Acción por el clima
14: Vida submarina
15: Vida de ecosistemas terrestres
16: Paz, justicia e instituciones sólidas
17: Alianzas para lograr los objetivos